A SALVO

Desesperado por verte,

con un dolor que grita,

pero es indescifrable,

no sé donde se ubica.

Y mis piernas flaquean

mientras andan solas,

pero ya no son mías,

ahora son buscadoras.

Y mis temores aparecen

en groseras visiones,

que se presentan tan reales

como la vida misma.

Y cedo ante ellas mil veces,

y recuperó la fuerza mil veces más.

y los segundos transcurren

en eternas angustias

mientras no se como estas.

Desesperado por verte,

y por saberte a salvo,

por guardarte de nuevo

con mis brazos,

por repetirte hasta el hastío

que te amo.

Por protegerte,

y protegerte más,

y nunca fallarte de nuevo,

jamás.